Generalmente, el invierno nos recuerda la necesidad de contar con un sistema de calefacción que genere la comodidad que nuestro hogar nos debe dar, pero ¿Por dónde empezar? ¿Qué sistema de calefacción es el que mejor se adapta a mi presupuesto y necesidades?
Para empezar, debemos determinar cuál será la fuente de energía que nos interesa explotar. Las fuentes de energía más utilizadas para el hogar son: combustibles fósiles, la electricidad, el sol, la geotermia y la biomasa.
Como combustibles fósiles, tenemos al petróleo y sus derivados, el carbón y el gas natural. Esta fuente de energía ha estado en la tierra a partir de la acumulación y descomposición de restos orgánicos. El gas natural y el gas licuado son los más utilizados, pues son más eficientes y amigables con el medio ambiente.
El calor se genera mediante la combustión de este tipo de materiales utilizando diversos sistemas.
La electricidad es otra fuente de energía para calefacción que se instala de forma muy sencilla, es fácil su mantenimiento y muy seguro. La electricidad generar calor cuando la corriente circula por las resistencias eléctricas. También se utiliza en las bombas de calor que basan su funcionamiento en la termodinámica, que básicamente funciona al tomar el calor de un espacio para transferirlo a otro.
La biomasa es aquella materia orgánica de origen vegetal o animal susceptible de ser aprovechada energéticamente. Como parte de este tipo de energía, la más común es la leña que se utiliza en chimeneas y estufas.
La energía geotérmica se encuentra almacenada bajo la superficie terrestre en forma de calor y ligada a volcanes, aguas termales, fumarolas y géiseres. Proviene del calor interior de la Tierra, generalmente se requiere una bomba de calor.
Por su parte, la energía solar está contenida en la radiación solar que llega a la tierra. Para su mejor aprovechamiento tiene que ser transformada mediante diversos dispositivos en energía térmica o energía eléctrica, para que sea utilizada también de noche.
Para la determinación de la fuente de energía que se utilizará para calentar un hogar, se deben analizar diversos factores, desde las características propias de la casa (ubicación, tamaño, distribución, materiales de construcción, etc.), el presupuesto que se le quiera destinar (tanto para su instalación como para el funcionamiento), la facilidad para su suministro, hasta el compromiso con el medio ambiente, eligiendo la que genere menos contaminación.
Fuentes: elblogverde.com; plantasdebiomasa.net; sgm.gob.mx; solar-energia.net.