La producción de agua caliente instantánea se realiza en el mismo instante, es decir, el agua se calienta a la vez que se produce su consumo. Por el contrario, en los sistemas de acumulación, el agua se calienta poco a poco y se mantiene a temperatura de consumo en el interior de un depósito.
La fuente de calor es por medio de calderas de combustión a gas natural o LP diseñadas especialmente para sistemas de calefacción hidrónica.
Las diferencias entre un sistema de producción de agua caliente sanitaria (ACS) instantáneo y otro de acumulación son:
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El sistema instantáneo debe tener una potencia necesaria para calentar de manera instantánea toda la circulación de agua que proceda. Si hubiera muchos puntos de consumo (grifos) se requeriría de una gran potencia. En el sistema por acumulación, el calentamiento de agua se realiza de forma más lenta (no se calienta de manera instantánea), por lo que se requiere una potencia menor.
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Con el sistema instantáneo, el flujo del agua caliente varía según se vayan abriendo puntos de consumo (grifos), mientras que en el sistema por acumulación esta variación no se nota, o se nota bastante menos, mientras haya agua en el depósito acumulador.
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Los sistemas de producción instantánea suelen ser menos caros que los de acumulación, además los sistemas instantáneos ahorran espacio, ya que no tienen que llevar depósito.
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Los depósitos de agua caliente van perdiendo calor, aunque existen dispositivos que van corrigiendo dicha pérdida. Los depósitos llevan incorporado un termostato que, cuando la temperatura del depósito baja de unos niveles, previamente establecidos, conecta de nuevo la fuente de calor hasta que la temperatura se recupera; cuando se alcanza de nuevo la temperatura de calentamiento deseada, establecida también previamente, el termostato desconecta dicha fuente.
Cuando se emplea un sistema de producción de ACS individual de manera instantánea, se utilizará un calentador instantáneo a gas o una caldera mixta instantánea. Si el sistema de producción de ACS es también individual, pero por acumulación, se pueden utilizar: termoacumuladores a gas, termoacumuladores eléctricos o calderas mixtas de acumulación. Si el sistema de producción de ACS es colectivo y por acumulación, se utilizará el termoacumulador a gas, la caldera + intercambiador + acumulador o la caldera + interacumulador.
El sistema de producción de ACS colectivo e instantáneo no es habitual instalarlo debido a la gran potencia que se necesitaría para calentar instantáneamente el agua a utilizar.
Depósitos de ACS
Los depósitos de agua caliente sanitaria se instalan cuando el sistema de producción de ACS es por acumulación. El agua que llena el depósito, se calienta y se mantiene caliente para el uso por parte del consumidor.
Dentro de los depósitos de ACS se pueden distinguir dos tipos: los que calientan el agua en el mismo depósito o calentadores acumuladores; y los que reciben el agua caliente ya a esta temperatura.
Calentadores acumuladores
Los calentadores acumuladores llevan dentro, en contacto con el agua, un termostato que mide la temperatura de esta. Una vez que esta rebasa un límite establecido, el termostato corta automáticamente la producción de energía para que no se caliente más y cuando el termostato marca una temperatura baja por pérdida de calor o entrada de agua fría, vuelve a emplear el sistema de calentamiento de agua, ya sea por medio de gas, electricidad o por energía solar.
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Fuentes: grupoarquitectonico.mx, Solemex, Komfort Haus